1978: Un académico liberado, por Francisco Miró Quezada
Un académico liberado
. Revista Gente (Perú)
Lima, 14 de setiembre de 1978. Año XXI
Págs. 31 y 85
Ser académico era, pues, algo terrible. Para hacerlo había que asustar con sola y era imprescindible anatematizar a todo aquel que cometiera es la más leve falta de ortografía.os académicos de la lengua han tenido fama, desde lejanos tiempos, de estar poseídos por el espíritu de la pesadez. Solemnes, convencionales, severos, sólo podían tener vocación por los valores más sacrosantos y la sublimidad es más excelsas.
Felizmente esta opinión tradicional no es hoy día sino una leyenda. Tal vez lo fue también en el pasado, aunque hay todavía algunos ejemplares dando vueltas por el mundo que parecen confirmarlo.
Pero en que nuestros tiempos modernos movidos, no es necesario ser un pacheco para ser académico, puede probarse por medio del ejemplo. Uno de los ejemplos más convincentes es el académico ecuatoriano Hernán Rodríguez Castelo.
Por lo pronto su manera de viajar no es un ejemplo de academicism. Ha venido al Perú para visitar el Cusco, escalar Machu Picchu y ver a los amigo. Para disfrutar mejor el del paisaje ha viajado desde Quito en una carcochita que hecha pero no se da humos cada vez que la pista se empina un poco. Así ha llegado hasta la sobrecogedora meta y de allí a regresado a Lima… Naturalmente no viajado solo. Lo acompaña su encantadora esposa y tres alegres hijos.
- ¿Qué tal Machu Picchu Hernán?
- Fabuloso cada vez me parece mejor…
- ¿Cómo ya lo conocías?
- Sí, por cierto. Machu Picchu es un peregrinaje que hay que hacer cada cierto tiempo…
Su cara juvenil (apenas pasa de los 40) encuadrada por dos grandes patillas con dos ojos penetrantes, a la vez alegres y audaces, resplandece de alegría de vivir. Alegría porque es capaz de admirar la belleza y, sobre todo, porque es capaz de producirla. Hernán Rodríguez Castelo no es sólo un académico porque sabe porque sale mucha gramática (y vaya si la sabe: ha publicado un tratado de puntuación que es lo mejor que se ha publicado sobre el tema) sino porque sabe crear belleza, que es la función más elevada a la que puede aspirar un ser humano. La Academia Ecuatoriana de la Lengua lo incorporó a sus filas en reconocimiento a su importante obra literaria. Además de sus libros de carácter académico como el Tratado práctico de puntuación, El español actual, enemigos, retos y políticas, Grandes libros para todos y Revolución cultural tiene obra teatral, El pobre hombrecillo, la fiesta y el hijo. Pero creemos que alcanzado la más alta expresión de su estilo y la conquista más cabal de la belleza y sus dos deliciosos cuentos infantiles Caperucito Azul y El fantasmita de las gafas verdes.
Del famoso escritor ecuatoriano, ha dicho Germán Arciniegas que son obras de gran trascendencia, y Benjamín Carrión, verdadero patriarca de la vida intelectual ecuatoriana ha firmado que son dos obras maestras de la literatura infantil. Con ellas Hernán Rodríguez Castelo se ha consagrado como el mejor cuentista infantil del Ecuador y, si lugar a dudas como uno de los mejores de América Latina.
- ¿Por qué has escrito cuentos para niños?
- Creo que la literatura infantil es la mayor importancia. No debemos olvidar que el niño formas gusto literario, incluso su concepción del mundo, en sus primeras lecturas. En los países con gran tradición literaria y cuentos maravillosos. Sin embargo América Latina, a pesar de su rica historia literaria, es pobre en cuentos para niños una laguna que debemos subsanar.
- Cuéntanos un poco de tu niñez
- Bueno fui un niño como todos un poco mataperro eso es todo
- ¿Qué entiendes por mataperro?
- Me botaron de siete colegios
- ¡Caramba¡ Pero supongo que serías estudioso y que manifestarías alguna precocidad literaria…
Hernán Rodríguez Castelo hace un gesto y, como pesar suyo, reconoce…
- Creo que sí fui precoz. Mi padre y mi madre fueron profesores. Desde que recuerdo viví entre libros y cultura. No recuerdo cuando comencé escribir cuentos.
- Seguramente hay un momento en que adquieres conciencia de tu vocación literaria y lingüística.
- Cuando estaba en el colegio gané un concurso literario en el que intervinieron estudiantes de todo el país. No puedo dejar de mencionar a Zoila Ugarte de Landivar, periodista liberal, una de las precursoras de la mujer moderna de mi país, prosista de muy alta calidad, indudablemente la figura literaria más importante en el Ecuador en lo que va del siglo. Ella corrigió mis primeros escritos, me orientó, me dio ánimo. Tengo con ello una profunda deuda de gratitud.
- Cuéntanos un poco más sobre tu vida intelectual, sobre tu ingreso a la Academia tus obras más recientes…
- A pesar de que comencé escribir a muy temprana edad, no quise precipitarme para publicar. Creo que un escrito debe haber madurado un buen trecho antes de lanzarse a una aventura literaria. Mi primer libro ha tenido mucho éxito (se ha hecho tres ediciones) y fue mi carta de presentación a la Academia. Ingresé no hace mucho, cuando tenía 40 años.
- Serás el más joven. No sé porqué pero los académicos son siempre viejos.
- Pues efectivamente soy más joven…
- ¿Y tus últimas obras?
- Mi última obra es “El fantasmita de las gafas verdes”. Pero pronto será mi penúltima porque tengo ya en prensa El léxico sexual ecuatoriano, con amplios apéndices sobre el léxico sexual en los restantes países latinoamericanos
- Te felicito por anticipado. No sólo por lo bien que lo vas hacer si no porque te vas a hacer millonario con la venta.
- No creo que sea para tanto. El libro no es pornográfico si no científico ojalá seas un buen profeta.
- Lo soy sobre tu libro. La idea es soberbia. ¿Cómo se te vino a la cabeza?
- Aunque parezca mentira en un asunto tradicionalmente tan antiacadémico, por razones académicas.
- Explica la paradoja
- Desde el punto de vista científico, la ausencia de términos sexuales en los diccionarios y la casi inexistencia de estudios lingüísticos sobre la terminología sexual del castellano (lo mismo sucede en otros idiomas) es una grave limitación. Científicamente no puede aceptarse que lenguaje sexual es tan importante, en la vida diaria está ausente de los análisis lingüísticos. Mi libro tiene por objeto superar esta falla de la ciencia lingüística en Latinoamérica.
- Las razones son convincentes y meritorias, porque tu libro no solo va a hacer un aporte científico de gran valor sino porque, además, demuestra coraje y liberación de espíritu.
- Ya las cosas no son tan sombrías como lo eran hacer unos años. Ahora los humanos comenzamos a darnos cuenta de que el erotismo no es un mal sino por el contrario un bien a propósito…
- Dime…
- ¿Quieres ser mi corresponsal para completar la parte de mi libro referente al Perú
- ¡Por supuesto!